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Se acabaron las vacaciones

 "El compositor me habla acerca de mundos increíbles. 
Lugares lejanos.
Sucesos extraños y comunes.
Lugares que no se encuentran en la imaginación."

Raphaella


El auto transita por el camino totalmente despejado. Es un día realmente hermoso. El cielo azul emite una poderosa sensación de desasosiego. La penetrante, pero templada luz solar ilumina todo y las aves trinan alegremente.

Cerrar los ojos y captar suavemente las sensaciones del ambiente. Casi se puede saborear las notas dulces en la boca. Abrirlos y recibir las estampas, como un regalo único e irrepetible.

La chica divisa el mar a través de la ventana. Su apariencia juvenil puede llegar a confundir, pero sus ojos...esa mirada, penetrante, se fija en todo detalle.

Se recuesta en el asiento y suspira plácidamente. El aroma del aire es exquisito.

-¡Vaya que empieza a gustarme este lugar! Días como estos son realmente memorables- menciona la mujer mientras peina con sus dedos el largo cabello que adorna su figura.

El chofer permanece atento en su labor con la mirada fija en la autopista y una expresión serena. 

Continúa el vehículo el recorrido sin interrupción, deslizándose pacíficamente con las nubes cobijando el trayecto.

-Me encanta ese aroma, el olor del Sol. Penetra la tierra, el mar y el aire mismo destilando sus humores secretos- inspira profundamente. Por unos segundos guarda el aire en los pulmones permitiendo que se esparza por cada cavidad y finalmente lo libera relajando sus músculos.

Repentinamente la tierra comienza a sacudirse, los árboles se bambolean de un lado al otro y el mar se agita. El temblor inesperado saca de su ensoñación a la mujer. El auto se detiene. Los dos tripulantes se mantienen atentos a los cambios a su alrededor. Las vibraciones parecen detenerse por un momento.
Abriendo la puerta con cuidado Francesca sale del auto y mira a lo lejos. Sus ojos permanecen absortos en el agua marina.
El chofer baja también y se acerca a la joven. Permanece a su lado prestando atención a lo que se revela ante ellos.
¡¿Señorita Francesca qué es lo que está ocurriendo?!- pregunta con gran azoro  el hombre apretando trémulamente sus manos.
Un pilar enorme de luz electrizante se alza del mar hacia los cielos. El viento comienza a soplar con gran intensidad. Se puede percibir como la realidad convulsiona. Lo que era un día brillante se vuelve caótico en unos instantes.

-...simplemente se terminaron las vacaciones.- musita la chica con una sonrisa en su boca mientras peina su sedoso cabello con las manos.