"Durante este viaje entre soles y mundos increíbles,
el compositor algunas historias lejanas
a Raphaella recita"
Hace muchos siglos, tal vez milenios, en algún universo
Wotan tuvo tantos hijos extraños como lo puedas imaginar.
Diferentes edades, tamaños y colores como las olas del mar.
Formas y caprichos como los pensamientos de un recién converso.
Tantas y tantos por doquier.
Hijos e hijas descendientes de un titán.
La vanidosa Helena cepilla su cabello mientras todos comienzan a suspirar.
Apolo y Artemisa pelean cual hermanos,
él le jala el cabello y ella un ojo morado le ha dejado.
Minerva ríe por lo ocurrido mientras Benedicto respinga.
Por todo el Olimpo y el Helicón hay alboroto, más y más se le suman.
Un cálido potaje Hestia prepara con amor y cuidado
y Kira un bocado quiere probar.
Ares refunfuña ante el reto que Hércules ha propuesto.
¡Oh tan desafiante!
Krona es la más fuerte y se los ha de mostrar.
Hermes coquetea con musas de sonrojado semblante.
Con hábil verborrea espera alguna ingenua besar.
Tantos y tantas por doquier.
Hijas e hijos en constante adición.
Karin la nariz de Valder de los mocos limpia,
mientras él un gran dibujo realiza.
La risueña Adriana canta y baila,
por la sorprendente máquina que Hefestos inventó.
Demeter trata de todo este caos controlar,
riendo Benedicto declara:
¡Tantas y tantos,
esto parece nunca acabar!